martes, 1 de diciembre de 2015

Tingua en peligro de extinción

Una investigación permitió establecer el comportamiento de la tingua moteada, un ave endémica que habita en los humedales de Cundinamarca y Boyacá. Estos animales se encuentran en peligro de extinción por la poca vegetación y la contaminación de las aguas.

Magda Páez Torres,
Unimedios


A varios humedales de la Sabana de Bogotá los han convertido en parques, dentro de la política de recuperación de estos espacios ambientales. La decisión resulta atractiva para los seres humanos, que encuentran en ellos un sitio de esparcimiento, pero peligrosa para la fauna, que se ve amenazada por la ausencia de vegetación. Especies como la tingua moteada han sido las más afectadas.
A esa conclusión llegaron el profesor de Biología de la Universidad Nacional, Enrique Zerda, y la bióloga Marcela Sandoval, quienes realizaron un estudio sobre el comportamiento de esta especie de tingua, con el fin de ampliar su historia natural y así establecer planes enfocados a su conservación. La investigación se adelantó en el humedal La Conejera, de la localidad de Suba, en Bogotá.
La tingua moteada, conocida científicamente como Gallinula melanops bogotensis es un ave endémica de los humedales de Cundinamarca y de Boyacá, pero en la actualidad se encuentra en peligro de extinción debido a la contaminación de las aguas y a la poca vegetación.
“El problema principal es que a los humedales los han convertido en lagunas, muy bonitas para el hombre, pero nocivas para algunas especies”, dijo el profesor Zerda, aludiendo a una de las causas que amenaza a esta especie.
A través del análisis del comportamiento de estos animales, el estudio permitió conocer cómo utiliza el hábitat la tingua moteada. Ello se logró a través de muestreos alrededor de la ronda del humedal, para identificar los sitios donde hacía presencia.
Después de un seguimiento de cuatro meses, en este humedal se encontraron 6 tinguas de este tipo, que presentaron 25 comportamientos diferentes, en 121 muestreos de frecuencia.


Así se comporta la especie
En alimentación, limpieza, locomoción, reproducción, agresión, vocalización, posturas y estados, se identificaron varios comportamientos en la tingua moteada.
A través del estudio se detectó que este animal, a medida que se desplaza por el humedal, de manera simultánea va dando picotazos sobre la superficie del agua, en especial en sitios con montículos de lodo y troncos. La tingua se alimenta arrancando pedacitos de hojas y tallos de plantas como sombrillas, lengua de vaca y berros.
En cuanto a la limpieza, estas aves introducen varias veces la cabeza en el agua para mojarse todo el plumaje, es decir, bañarse. También, en ocasiones, se pasan el pico por todo el cuerpo para limpiar su plumaje.
La tingua se desplaza sobre la superficie del agua moviendo la cabeza hacia los lados o con el cuello estirado hacia adelante. Así mismo, camina sobre la vegetación, montículos de lodo o algún tronco.
En lo referente a la reproducción, las aves se dirigen una hacia otra emitiendo un cacareo. Cuando están cerca, ambas giran en la misma dirección y nadan en línea recta, mirándose. Luego, copulan.
Estos animales tienen su propia forma de agredirse. Se ubica uno en frente del otro, se lanzan picotazos, baten las alas para golpearse y se atacan con las patas.
Para comunicarse entre ellas emiten un toc toc seguido. Así ubican a sus compañeros, los llaman para cortejo sexual o para anidar.
Por lo general, la tingua permanece de pie sobre la vegetación, un montículo de lodo o algún tronco. Para descansar, se acurruca y permanece así por un tiempo. Cuando descansa sobre el espejo del agua se sumerge, dejando sólo la cabeza afuera.
Cuando estas aves están alertas, por alguna situación permanecen quietas encima del agua o la vegetación, estiran el cuello y miran a su alrededor al escuchar sonidos de depredadores, como perros, o cantos de otras aves.
Estos son solo algunos ejemplos del comportamiento de la tingua moteada, mediante los cuales se puede inferir que estos animales utilizan determinados componentes de vegetación para realizar una actividad particular.
De acuerdo con el estudio, al agrupar las frecuencias de comportamiento en categorías, se observó que los animales permanecen la mayor parte del tiempo alimentándose y desplazándose por el territorio.
En peligro de extinción
La tingua moteada es una especie difícil de observar, pues le guarda mucho recelo a los seres humanos. Estas suelen desplazarse en grupos que no sobrepasan los seis.
El estudio mostró que los animales presentes en el humedal permanecían cerca de la vegetación circundante, donde encuentran refugio y alimento. Por ende, una de las principales amenazas para estas aves radica precisamente en que se está prescindiendo de mucha vegetación en estos sitios, en respuesta a la política de convertir los humedales en una especie de parques.
Otro de los problemas para la subsistencia de la tingua moteada es la contaminación, proveniente de las aguas del río Bogotá, además de la descarga de aguas negras. La entrada de estos contaminantes afecta la estructura y composición original de la vegetación, que determina la distribución de las especies.
Qué se recomienda
Después del estudio, los investigadores concluyeron que es necesario proteger aquellos sitios de los humedales donde hay vegetación mixta y flotante, rodeada por un cuerpo de agua.
También se hace necesario reducir los niveles de contaminación del agua para que la especie pueda acceder a una mayor cantidad de lugares.
Y es que aunque cada pareja de tingua se desplaza por todo su territorio en busca de alimento, concentra sus actividades en aquellos lugares donde la vegetación le provee protección.
La especie necesita de hábitats compuestos por cuerpos de agua, que no tienen que ser de gran tamaño, pero deben contener varios tipos de vegetación flotante y arbustiva que le sirva como alimento, refugio y anidación.

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